"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Probando el extractor Swing de Medela

Parece mentira como pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando guardé el sacaleches manual que utilicé para hacer mi propio banco de leche que me ayudará a mantener por más tiempo la lactancia con Boliche.

No puedo decir nada malo de aquel sacaleches, todo lo contrario pues me resultó de gran ayuda. Ahora bien, una vez que pruebas el sacaleches eléctrico Swing de Medela... es como bajarte de un Seat Panda (se nota de que quinta soy, verdad?...) y subirte en un Mercedes... No hay color.

Y eso que me ha costado cogerlo...

Cuando recibí el extractor Swing, cortesía de Medela, lo dejé en la cocina con intención de estrenarlo lo antes posible.
Dos semanas después el extractor seguía en el mismo lugar y sin probar.

Cada vez que lo miraba me daba angustia. Sí, sí, angustia. Y no es que el "chisme" en cuestión me diera miedo. Para nada!!! 
Lo que me hacía sentir mal era el hecho de pensar que tenía que empezar a sacarme leche para cubrir las necesidades de Canica cuando empezara la guardería. 
Porque yo no me quiero separar de mi hijaaaaaaaa!!!! 

Pero ese es otro tema... 




El caso es que por mucho que yo quisiera resistirme, el tiempo se me echaba encima, así que de nada servía seguir retrasando el momento. 

Una tarde que me sentí con más fuerza decidí, por fin, lanzarme a probarlo.

Según las indicaciones de Medela,

"La tecnología 2-Phase Expression está basada en el ritmo de succión natural del bebé: corto, los movimientos estimulantes son seguidos por unos largos, más intensos, asegurando un óptimo flujo de leche. Es más rápida la bajada de leche y el máximo flujo reduce significativamente el tiempo de extracción. Así se puede extraer más leche en menos tiempo – y más confortablemente"

Esto de las dos fases me pareció super interesante cuando lo leí. Es más, tenía mucha curiosidad por probar y ver la diferencia de las dos fases. Fases que puedes, además, controlar tú misma con los botones. Adelantando o retrasando todo lo que quieras cualquiera de ellas según lo que necesites. 
Imagino que cada mamá necesitará un tiempo diferente para cada fase, o incluso habrá madres que no les haga falta la primera fase de estimulación, yo personalmente no necesito todo el tiempo que da por defecto el extractor, así que lo habitual es que le de al botoncito para que pasé de forma manual a la segunda fase.

Otro punto que me sorprendió fue el hecho de que no llevara almohadilla el embudo (los cuales por cierto, también tienen diferentes tallas, cosa que yo desconocía). 
En el sacaleches manual que yo utilizaba, se suponía que el masaje que realizaba la almohadilla era lo que hacía que se estimulara el pecho para una mejor extracción. Así que cuando abrí la caja del sacaleches de Medela me sorprendió ver que este extractor no llevara. 
Después de probarlo me he dado cuenta que, efectivamente, no es necesaria esa almohadilla. 

Otro tema que me parecía muy importante, después claro está de que la extracción fuera la ideal, era el tamaño de sacaleches.
Este aparatito y yo vamos a pasar muchas horas juntos, no solo en casa sino también en el trabajo y necesito que cumpla un par de requisitos.

1. Que no sea un armatoste porque lo tengo que llevar todos los días en la mochila.
2. Que no sea ruidoso (para que ninguno de mis compis de trabajo se asuste)

Y debo decir que esas necesidades quedan perfectamente cubiertas.



Además si necesito sacarme leche en algún sitio donde no tenga un enchufe de luz disponible, puedo hacerlo sin problema porque tiene la opción de funcionar con pilas, cosa que me da mucha tranquilidad saber.

Así que con el sacaleches en mi poder, los biberones Calma de Medela y sus bolsas para almacenar la leche  (que compré aquí) ya tengo mi equipo listo para comenzar a llenar mi congelador de leche.

Siempre había escuchado y leído buenas críticas sobre este extractor (bueno en realidad, sobre todo los extractores de Medela) y debo decir que no me ha decepcionado en absoluto. Estoy super satisfecha con el sacaleches y más contenta todavía de que Medela me haya permitido probarlo.




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lunes, 14 de octubre de 2013

Aprendiz de mucho...

... maestro de nada.

Así reza el refrán. Y eso es lo que me pasa a mí.

La culpa de todo la tienen LadyA y Suu. Ellas fueron las que despertaron al monstruo.

Si bien es cierto que a mí desde siempre me han gustado las manualidades (pinto desde que tengo 6 años, entre otras cosillas), lo de ahora ya esta fuera de todo control.

Mi madre que siempre me echaba en cara que no era capaz de remendar ni un tomate a un calcetín (cuando aquello se hacía, claro, que no había chinos hasta debajo de las piedras donde comprar porque salía más barato arreglar las cosas que comprarlas...) ahora flipa cuando me ve con el ganchillo o peor aun, llegando a casa tan contenta con mi primera máquina de coser (chispas!) bajo el brazo.

"A mi niña me lan cambiao!!!"

La cosa empezó con la tontería del ganchillo y el pique de probar todo lo que se nos ponga por delante.


Pero cómo leches aprender a ganchillear sin tener a nadie cerca que te enseñe???? Bendito youtube!!!, qué haríamos sin él????!!!!
Vale que los comienzos no han sido fáciles pero eso todavía hace que me sienta más orgullosa de mi misma. Aprender a hacer ganchillo con la derecha siendo zurda tiene su aquel. También es verdad que era pa'verme... No ha habido ni una sola persona que me haya visto hacer ganchillo y que no se haya quedado flipada viéndome coger el ganchillo. Mi suegra me decía que parecía que estaba cortando carne jajajajajajaja

Y si coger el ganchillo es difícil, aprenderse los puntos ya es para cagarse. Sobre todo porque depende de donde mires los llaman de una manera diferente. Y tú que no tienes ni idea, te vuelves medio gili adivinando a cual se refiere mientras la lana de la madeja te ataca sin que te des cuenta hasta que te levantas del sofá sin ver ni torta, con dolor de espalda y te pegas la leche padre porque tienes los pies enredados con la lana.
Sí, hacer ganchillo es una afición de alto riesgo.

Pues así me pasé casi todo el embarazo, aprendiendo y practicando. Ganchillo y otras tantas historias de lo que ahora llaman los modernos el DIY, vamos lo que viene siendo "curratelo tú mismo y creete que te sale más barato pero va a ser que no", porque esto del DIY de barato nasti de plasti. Que sí que mola mucho ver como quedan las cosas cuando las acabas y sabes que lo has hecho tú misma pero de barato tiene poco.

Eso sí, la gracia que tienen las cosas artesanales no la tendrán nunca las creaciones "meidinchina"por muy baratas que sean.
Yo llevo un par de años comprando muchos de los regalos de cumple y de navidad a pequeños creadores y
me encanta recibir esos paquetes llenos de creatividad, trabajo y cariño.



Ahora que no tengo tanto tiempo para pintar, estoy aprovechando para meterme en otros mundos. Ganchillo, costura, bordado... y como sigo con el cerebro hecho choped y mi ingenio se ha ido al limbo por una temporada, por aquí andaré haciendo cosillas y os las iré enseñando de vez en cuando.
Así, entre tetas, pañales bomba, hilos y vete tú a saber que cosas más, intentaré que al menos el blog se mantenga sin telarañas.


Aquí os dejo algunas de mis creaciones. No seáis muy duros conmigo que estoy empezando. Desde aquel calendario de adviento que os enseñé hace ya unos años... yo creo que algo si he mejorado eh...

Y de lo que piensa mi socio sobre mis friki aficiones... ya hablaremos otro día.



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viernes, 4 de octubre de 2013

Te animas a celebrar la fiesta de la lactancia?

Explicar a estas alturas del blog lo que la lactancia ha significado y significa para mi familia y para mí no tiene mucho sentido. 
Incluso si es la primera vez que pasas por aquí, viendo el nombrecito con que se le ocurrió a una servidora bautizarlo te podrás hacer una idea de lo que nos ha cambiado la vida (siempre para bien) disfrutar de la lactancia materna.

Por ello que mejor manera de celebrarlo que juntarnos, como todos los años, a pasar un buen rato charlando y comiendo con algunas de las amigas que más quiero. Y por qué no, conociendo a otras mamis con las que compartir experiencias e inquietudes (y más comida si hace falta jejejeje).

Si tú también quieres venir a celebrarlo, no dudes en pasarte el domingo por el Parque Juan Carlos I desde las 12.00 de la mañana. 

Seguro que disfrutarás del buen ambiente y la conversación amena.




Os dejo aquí el enlace del evento


Os animáis????

Nos vemos en la fiesta.

Feliz fin de semana!!!



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miércoles, 18 de septiembre de 2013

Había una vez... una Canica a una Emeibaby pegada

Una de las cosas que tenía muy clara cuando decidimos ir a por nuestro segundo cachorro es que me quitaría la espinita de disfrutar plenamente de un porteo feliz y seguro con ella.

A Boliche también le llevamos en una mochila durante nos meses, pero no fue de la forma correcta ni supimos como continuar según iba creciendo, por suerte para él, porque la mochila que usamos con él fue una... colgona, de esas tan famosas... (gritos de pánico en la sala) Lo sé, lo sé, un terrible error.

Una de las cosas que descubrí cuando cree este blog hace ya varios años fue precisamente el maravilloso mundo del porteo. Y por ello muchas veces hablando del tema con Eloísa, del blog Una maternidad diferente,  le comenté que cuando tuviera otro bebé me haría con el kit completo para portear. Para mi el kit tri porteo es el fular-mochila-bandolera. Tooodos ellos sí.

Según mi socio soy una exagerada y puede que tenga razón pero quería probar todo lo que me perdí con Boliche.

Respecto a las mochilas no tenía muy claro por cual decidirme. Para que volverme loca comparando unas con otras si tengo amigas expertas en ese tema? (que vaga soy).

Lo tenía claro. Cualquier producto de porteo que fuera a comprar sería el que me recomendara Elo.

Y la mochila que Elo me descubrió fue todo un éxito. La Emeibaby.



No podemos vivir sin ella. Ni Canica ni yo. La llevamos siempre. Vayamos con silla o sin ella. Y me ha salvado de más de una. La última bastante importante.

Solo diré 5 palabras. Centro comercial -sola con Canica - cólico- sudor - carro que no cabe en el WC


Bueno vale, son más de 5 palabras. Y que nadie me venga con que existen baños para discapacitados que son más amplios porque cuando el sudor corre por tu espalda y te tiemblan las piernas la sangre que llega al cerebro es mínima!!!!! y la Emei solo necesita 2 clicks para estar a preparada.

Y bueno corramos ya un tupido velo que no quiero revivir ese momento otra vez, bbbrrrrrr... Mejor os enseño la última foto que me hice con ella la semana pasada en la verbena del pueblo.




Lo que más me gusta de la Emeibaby es lo cómoda y lo rápida que es de poner.
Cuando la vi por primera vez me pareció un poco lioso con tanta correa. Me parecía que me estaba ajustando un paracaídas, tira de aquí tira de allá, pero nada más lejos de la realidad. En poco tiempo nos hemos hecho la una a la otra. Incluso mi socio le ha cogido el gusto y ya es todo un experto. Sobre todo después de la clase personal de Elo.


Para las que no tengáis a Eloísa o a Elena cerca para ir a su tienda Oh! la luna en Alcorcón, no os preocupéis. Elena tiene un montón de videos en su canal de you tube que os servirán también. Os recomiendo que les echéis un vistazo.

Aquí os dejo los enlaces.

Conociendo la Emeibaby. Ajuste y uso con un bebé recién nacido

Bebé de un mes delante

Ajuste con bebé de 15 meses a la espalda

Ajuste con bebé de 15 meses delante

Ajuste con niño mayor a la espalda


No puedo decir nada malo de ella porque incluso el precio, teniendo en cuenta que algunas sillas del mercado cuestan 1.000 euros!!!...,  ni tan caro chica, y más si pienso de la que me libró en el centro comercial jajajajaja.

Para mi todo son ventajas. Pero las más importantes son que con ella, disfruto de Canica cerca de mí, me hace más fácil el cuidado de su hermano, puesto que vamos todos los días al cole con ella y me quito de subir escaleras del metro/bus con silla, etc., y Canica cae en los brazos de Morfeo a los 2 minutos, por lo que incluso en casa la uso para dormirla y luego tumbarla ya en la cama. Qué más se puede pedir?

Aquí os presento un poco sus características para que la conozcáis un poco más.

La emeibaby, debido a su sistema innovador y patentado*, es la única mochila ergonómica del mercado que se puede ajustar exactamente al tamaño del bebé, sea cual sea su edad, desde el primer día del nacimiento hasta el último día de porteo, y lo hace manteniendo siempre la postura correcta, cómoda y ergonómica, tanto para el niño como para el adulto que lo lleva.

La emeibaby consigue una correcta postura tanto para un bebé recién nacido como para un niño grande, sin necesidad de complementos, reductores o suplidos. Su ajuste se basa en un concepto revolucionario aplicado por primera vez a una mochila ergonómica: la aplicación de la facilidad, versatilidad y soporte del ajuste de los los fulares, con la sencillez y atractivo para muchas familias de las mochilas como portabebés. 

El uso del fular permite respetar la postura fisiológica idónea (rodillas más altas que culo, piernas con una abertura de unos 90º y espalda redondeada) en todas las etapas. Las emeibaby ofrecen el confort y sostén del tejido de fular portabebé (tejido a mano) con el que se realiza el panel con el ajuste preciso de las anillas y la comodidad de las mochilas.

No solo ofrece todas las ventajas de un fular con la comodidad de una mochila, sino que su sistema de ajuste con anillas hace necesario ajustar tan solo una vez y realizar pequeñas modificaciones a medida que va creciendo el fular. Así, tenemos lo mejor de un fular sin tener que ajustarlo cada vez que nos lo ponemos.

http://culitosdetela.com/image/data/emei/Emeibaby_ajuste_cabeza.jpg
La mochila tiene una capucha  para sostener la cabeza del bebé cuando se duerme. Además, se puede recoger en el bolsillo diseñado para tal efecto. Por otro lado, y pensando en los bebé más pequeños, la mochila tiene un ajuste en la base de la capucha de manera que se adapta al tamaño del bebé, dándole a la cabeza del bebé recién nacido todo el soporte que requiere sin necesidad de cubrirle con la capucha.

La mochila puede usarse delante (posición ventral) o detrás (en la espalda). Resulta ligera y fácil de manejar, y muy confortable: sus tirantes y cinturón acolchados permite portear a niños de hasta 15 Kg. cómodamente. 


Originalmente, la emeibaby fue diseñada por la fundadora de la empresa para su propio bebé, por lo que está especialmente pensada para adaptarse a las necesidades de un bebé-niño en crecimiento. Es una mochila diseñada por madres y para madres, fabricada en la Unión Europea con materiales de la mejor calidad y con rigurosos estándares de seguridad.

Qué más queréis que os diga? para nosotros ha sido todo un feliz descubrimiento. Hasta mi madre se ha aficionado a ella y me la pide siempre que coge a Canica.



A que os ha picado el gusanillo??????



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martes, 30 de julio de 2013

Try try try. Mi segundo parto.

Llevo tiempo dándole vueltas a la cabeza y al enfoque que me gustaría darle a este post. No es un post cualquiera, es el post de mi segundo parto. Un parto tan diferente del primero, por suerte para Canica y para mí, que no sé por donde empezar. 

Me hubiera encantado hacer un post paralelo comparando punto por punto un parto con otro. Pero no sería justo para nadie. Ni siquiera para ti, apreciado lector.
Si conoces este blog desde sus inicios y te has leído el "anti- parto" recordarás que son como... 7 largos capítulos bien detallados de la cagada que fue el parto de Boliche. Así que, no creo que sea lo ideal...

Por lo taaaaaanto, empecemos por el principio que será lo más fácil.

Y ¿cual es el principio?, pues el principio fue la sabia decisión de elegir un centro hospitalario acorde con mis deseos y que cubriera mis necesidades para intentar conseguir un parto respetado en la medida de posible. Ese hospital fue el Hospital 12 de Octubre de Madrid.
En la medida de lo posible porque yo estaba convencida de que el segundo parto también acabaría siendo una cesárea. Gracias a dios, me equivoqué.

Una vez que ya tenía la tranquilidad de saber que podría parir allí, que lo mío me costó porque hubo problemas con el cambio de expediente y en el Hospital La Paz ya me habían dado fecha para hacerme la cesárea (pero eso ya lo contaré otro día), solo había que esperar a que la pequeña lechoncilla se decidiera a salir.

Y llegó el momento.

Todo empezó con una fisura de bolsa. Sobre las 23.00 de la noche el día 12 de abril (viernes), mientras estaba tumbada viendo la tele, noté de pronto como mojaba la ropa hasta traspasar el pantalón. Como con Boliche no había roto aguas, no sabía exactamente que estaba sucediendo. Aquello era más que el abundante flujo de los día atrás. No llegaba a ser una rotura de bolsa pero comprendí que el baile estaba apunto de dar comienzo. Y yo estaba preparada para ser la reina de la fiesta.

A las 00.00 empezaron las contracciones, así que mandé a mi socio a la cama para que estuviera descansado porque no sabía cuanto podía durar aquello y no quería que me pusiera nerviosa con preguntas. Me quedé en el sofá del salón. A oscuras. Sola. Bueno sola no, no del todo. Tenía a mis comadres al otro lado del wasap para ayudarme en lo que hiciera falta.

Cerré los ojos e intenté relajarme. Cuando empecé a ver que las contracciones eran más seguidas y regulares fui anotándolas en el móvil.

Estaba tranquila, y feliz. Estaba convencida de hacer de aquel parto una experiencia totalmente diferente a la que viví con Boliche. Quería ser la reina del baile, no un monigote al que llevan de acá para allá ajeno a todo y a cualquier decisión.
Nunca me he sentido más fuerte y consciente.Esta vez no me iban a joder la experiencia.

Cuando vi que las contracciones eran ya cada 6-7 minutos, desperté a mi socio, llamé a mi madre para que viniera a quedarse con Boli y me metí en la ducha.

Las contracciones ya hacían pupa y venían cada vez antes, así que estaba contenta. Quería aguantar en casa todo lo posible. Al menos en casa si quería tirarme por el suelo y hacer la croqueta podría hacerlo sin que nadie me molestara.

Estaba incomodísima sentada o tumbada así que me dejé llevar y comencé a hacer lo que me pidiera el cuerpo. Apoyaba los brazos contra la pared como si quisiera derribarla. Me ponía las manos en la cintura y movía las caderas en círculo de forma exagerada en el sentido de las agujas del reloj.

Cada vez me dolía más. Duraban bastante y me dejaban más tocada. Pero estaba concentrada en ellas y estaba tranquila.

Cuando empezaron a venir cada 4 minutos cogimos las cosas y nos fuimos para el hospital. Yo quería esperar un poco más pero mi madre estaba a punto de llevarme por los pelos hasta el coche. Su hubiera podido, hubiera parido ella por mí jajajaja
Eran las 03.40 de la madrugada.

El viaje en coche era lo único que me daba algo de miedo. Tendría que estar todo el trayecto sentada y así me costaba mucho aguantar las contracciones. Pero para mi sorpresa el movimiento del coche me aliviaba bastante el dolor.

Miles de cosas me pasaron en el viaje por la cabeza. Cosas buenas, cosas malas, miedos, ilusión, felicidad. No recuerdo que cosas pensaba. Solo recuerdo que en la radio pusieron la canción de Pink "Try" y pensé que el estribillo me venía al pelo.

Algo así como, "Donde hay deseo, habrá una llama, donde hay una llama, alguien está destinado a salir quemado, pero solo porque te quemes no significa que vayas a morir, tienes que levantarte e intentar, intentar intentar".



Y me vine arriba. Me dio un subidón increíble, sería de las hormonas, o el flipamiento de la situación, que más da, pero me sentía con una fuerza extraordinaria y una confianza en mi misma excepcional. Las sacudidas eran cada vez más fuertes y yo no hacía más que oír en mi cabeza el estribillo. Try try try...

Cuando llegamos al hospital eran las 04.20 me exploraron y me hicieron una ecografía para ver si el bebé estaba bien y que tamaño tenía. Me costó un triunfo tumbarme en la camilla porque solo aguantaba el dolor caminando.
La ginecóloga me dijo que pesaría aproximadamente 3.5 kg (jajajaja que ilusa...). Estaba de 6 cm.

Solo?!?!?!?!?! aquello fue como un mazazo porque las contracciones eran ya cada 2 minutos y me dejaban doblada. No sabía cuanto podría aguantar. Así que les dije que sí, que quería la epidural, pero nada más decirlo les dije, que no, que sería imposible ponérmela porque no era capaz de sentarme, así que como para sentarme en plan toro sentado y aguantar sin moverme. Imposible. Habría que tirar pa'lante como fuera.

Try try try darling, no queda otra.

Ni siquiera era capaz de tumbarme para que me monitorizaran y me pusieran una vía.

Me tiré de medio lado en una camilla entre una contracción y otra para que me pusieran la vía y cuando me vino una contracción que creí que me partía, me agarré la pierna derecha y sin pretenderlo empecé a empujar. La enfermera que me estaba poniendo la vía me preguntó si estaba empujando.

- Mmmmmm creo que sí...

Se fue corriendo a buscar a la ginecóloga para que me explorara y me confirmó que ya estaba en completa dilatación. Solo había pasado medía hora desde que habíamos entrado en el hospital.
Me llevaron al paritorio y la orquesta comenzó a tocar.

Ahora me parece que todo fue rapidísimo y de hecho lo fue (el expulsivo solo duro 25 minutos) pero en aquellos momentos los minutos me parecían horas.
En el paritorio había bastantes personas. Quizá no fuera lo ideal pero absolutamente todos estaban volcados conmigo. Recordé muchos días después todos sus nombres, pero tantos meses después ya no recuerdo ni el de la matrona.
Si digo que todo el personal fue maravilloso conmigo me quedo corta. Me animaron tanto que solo les faltó sacar los pompones y bailar la coreografía, dame una T, dame una E, dame una T, dame una A, TEEETAAAAA!!!! jajajajajaja

Increíbles. Podría pasarme la noche entera (ahora mismo son las... a ver... 02.23 de la madrugada) dando las gracias al personal que me atendió en el parto. Un equipo de diez.

Consultándome todas las decisiones, apoyándome, animándome, respetándome.

El cansancio ya se hacía cada vez más fuerte en mi cuerpo, pero Canica no terminaba de salir. Empujaba con todas mis fuerzas. Tenia las manos de mis socio ayudándome, me levantaban con cada contracción porque no me sentía capaz de empujar tumbada. Me incorporaba para empujar de cuclillas.

Empujar, empujar, empujar. Try, try, try.

Recuerdo decirme a mi misma en voz alta y con cierto deje de rabia, "vamos joder, tengo que poder, tengo que poder!!!"

Y pude. Cuando ya creía que no podría, pude. Cuando creía que si me dolía aquello más, moriría, pude. Porque pensé que más no me podría doler, era imposible.
Con aquel dolor arrebatador desde las entrañas y con toda la fuerza que me quedaba empuje a mi criatura hacía la vida. La cabeza. El cuerpo. Mi hija. Ya estaba allí y yo ya no tenía ni fuerzas para llorar.

La felicidad y el cansancio me invadieron. Había podido. Tenía a mi hija sobre mi.
Quería verla, sentirla, olerla. La hubiera lamido si hubiera sido preciso. Era mi hija, mi sangre.

Toque el cordón, explorándolo, quería saber como era. Pedí que me enseñaran la placenta. Quería participar de todo. Me sentía tan consciente..., verdaderamente había sido la reina en mi baile personal.

Después una mezcla de emociones pidieron su turno. Si bien es cierto, que me sentía agotada, estaba tan feliz y orgullosa de mi que no podía borrar la sonrisa de mi cara. Y mi hija seguía sobre mí. Nadie nos iba a separar. Se me llenaron los ojos de lágrimas recordando las 8 horas que nos tuvieron separados a Boliche y a mi de forma absurda e innecesaria cuando nació. Mi niño. Que ganas tenía de verle y enseñarle a su hermana.

El resto ya tiene poca importancia. Lo importante es que el final fue el final más feliz.

Ya solo queda dar las gracias. Al personal del hospital que fue maravilloso, tanto en el paritorio como en planta. Son momentos duros para la sanidad pública pero esas dificultades no se hicieron notar por su parte.

Gracias a mis comadres, que siempre están ahí en todos los momentos. Da igual los kilómetros que nos separen. Ahí estaban, para animarme, apoyarme, venir a abrazarme a casa o para traerme una lasaña de 3 kilos jajajajajajaja . Os quiero.

Y como no, gracias a mi socio, que me ha dado los regalos más valiosos que puedo desear. Mis cachorros. Te quiero.





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jueves, 4 de abril de 2013

Se acerca el momento, confía.

Sí, se acerca el momento y llevo semanas queriéndome pasar para contaros algunas cosillas.

Estamos en la semana 38+3 y la Canica ya esta preparada para salir, solo queda que le vengan las ganas.

Yo me veo a punto de explotar pero es posible que la amiga esté bien feliz ahí dentro y no tenga ninguna prisa en salir. Desde luego con el tiempo que tenemos en Madrid no me extraña ni lo más mínimo.

Tengo tantas cosas que contar que ni siquiera sé por donde empezar así que probablemente éste sea uno de los post más caóticos de la historia del blog y con total seguridad me voy a dejar un montón de cosas en el tintero.




El embarazo en lineas generales no podía haber ido mejor. Sin molestias, sin dolores, con mucha energía y disfrutándolo a tope. Y por si fuera poco he podido compartirlo con varias amigas como LadyA, Suu, María y @Mousikh, que estaban o están pasando por ello por lo que si alguna duda salía a la palestra siempre había con quien comentarla y darle respuesta.

He vivido un embarazo compartido y además consciente. Como quiero que sea mi parto, sea natural o con cesárea, quiero vivir un parto consciente.

Para ello solo he necesitado reconciliarme con mi cuerpo. Que no es poco...

Sé que puede sonar un poco raro pero este embarazo ha sido totalmente diferente al de Boliche.

Para empezar, el tener que controlar los ciclos ya hizo que empezara a conocerme mejor, cosa que hasta ese momento no podía decir.

Un día comiendo con Suu se lo comentaba. Antes era como si no fuera consciente plenamente de mi cuerpo, algo así como si fuera de alquiler. Como cuando vives en un piso de alquilar al que no consideras tus hogar.
No sabía cuando ovulaba, no controlaba mis ciclos, no recordaba ni me sentí participe de muchas cosas de mi anterior embarazo y mucho menos del parto. Al que fui cual vaca que va al veterinario a que le saquen al ternero que lleva dentro.

No, estoy segura de que las vacas participan más en sus partos que lo que yo hice. No sabía por donde me andaba y tampoco me esforcé.

Eso no quiere decir que no estuviera ilusionada, ni mucho menos, al contrario, casi puedo asegurar que viví con más "emoción" el embarazo de Boliche que el de Canica. Quizá por que las circunstancias eran totalmente diferentes a las de ahora. De aquella no tenía otra cosa que hacer que mirarme la barriga y esta vez tenía un hijo al que atender.

Ni siquiera he tenido tiempo de tener miedo ni apenas preocupaciones y las que tengo son más emocionales que de otro tipo.

No me quiero liar con esto porque es un poco difícil de entender y sobre todo de explicar.

El cambio que he vivido durante estos últimos años hace que mi forma de ver las cosas y de participar consciente de ellas sea totalmente diferente. Poco queda de aquella chica que vivía más en los mundos de Yupi que otra cosa.

Circunstancias como vivir ese "anti parto" y tener esos inicios tan fatales en la lactancia me han hecho madurar (aunque fuera a base de darme hostias con media humanidad), sentirme segura de mi misma, respetarme y confiar en mi y sobre todo en mi cuerpo. Quererme, respetarme y confiar.

Espero en unos días poder ponerlo en práctica y sea como sea ese parto estar tranquila y orgullosa de haber luchado porque ese parto sea lo más respetado posible. Haber luchado por no pasar lo que pasé con Boliche.

Para ello, entre otras cosas, he decidido no parir en La Paz como con mi hijo. No sé si será cesárea o no pero me he querido asegurar de que si se dan las mismas circunstancias, nadie me va a separar de mi hija 8 horas (salvo causas de fuerza mayor), nadie le va a dar un un chupete con un día de vida, nadie le va a dar un biberón sin consultarme, que mi hija no va a estar sola durante 8 horas en el nido si ella está bien, su padre está a su disposición para darle calor y amor si yo no puedo y así podría seguir con la lista pero no quiero aburriros.

Las cosas pueden salir bien o mal pero yo voy a poner todo de mi parte para que las cosas sean diferentes. Y para ello una tiene que ser activa y consciente.

Activa, consciente y fuerte para enfrentarse a lo que venga.

Hoy he ido creo que a la última clase pre-parto. Hablábamos de la lactancia y mi matrona me pidió que fuera para contar mi experiencia.

Cuando me ha presentado, ha dicho que para ella yo era el Cid Campeador de la lactancia jajajajaja esta mujer es única con sus ejemplos...

No hemos tenido mucho tiempo pero cuando me ha pedido un consejo para las mamis, lo he tenido claro.

Confiad en vosotras, no hagáis caso a todo lo que os dicen y disfrutad tanto del parto como de la lactancia como vosotras queráis no como nadie os imponga. De forma natural, tranquila, consciente y con confianza.

Y me repito más que el ajo pero es que yo he llegado a la conclusión de que la confianza en nosotras mismas es clave para salvar cualquier contratiempo. Para salir adelante incluso cuando vuestra propia pareja no os apoya todo lo que debería. Confía en ti misma.
Cuando la familia, no entienda porque no dejáis llorar al bebé o por qué le das la teta cada hora si "lo lógico es darle cada 4 horas" porque así lo dice hasta la peluquera. Confía en ti misma.
Cuando tienes ganas de llorar y no sabes por qué y te siente sola o perdida o confundida. Confía en ti misma.

La maternidad es un camino que debes andar y que para cada madre es diferente. Confía en ti misma y no dejes que nadie te lleve en una silla de ruedas. CAMINA. Te caerás mil veces o ninguna pero si confías en ti y lo vives conscientemente, pocas cosas habrá en la vida que te enseñen y te aporten más que esta carrera.

Y si tienes suerte, en ese camino igual te topas con gente maravillosa que que te siga aportando y te enriquezca como persona.

Yo la tuve. Tuve esa suerte. Quizá si mi parto y mi lactancia hubieran sido fáciles nunca hubiera abierto este blog, quizá nunca las hubiera conocido.
Mi tribu que empezó siendo una tribu 2.0 y que hoy por hoy son más como unas hermanas.
Quién sabe...
Desde luego yo no sería la misma que hoy.
Gracias chicas. Ya sabéis lo que os quiero.

Y como decía al principio, se va acercando el momento y quiero compartir con todos mi deseo de que todo salga bien y que pueda quitarme algunas espinitas.
Sea como fuere, todo serán capítulos que añadir a ese camino que ya comencé hace más de cuatro años. El camino de la maternidad.

Un abrazo para todos. Nos vemos por Twitter ;)





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