"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

jueves, 19 de mayo de 2011

El pis y los flashforwards

Era ya noche cerrada y la temperatura en Bruselas era bastante fresca.
Tenía mucha curiosidad por conocerle.
Cuando giramos para doblar la esquina, le vi.
Allí estaba, tan pequeñito, tan solo y en penumbra.
Ya no recuerdo si había chorrillo o no. No recuerdo muchas cosas. Es más, ya ni me acordaba del dichoso meoncete hasta que el otro día vi a Boliche en igual postura y sufrí un "flashforward"

Oh! my god!, ¡pero si es la reencarnación del "Manneken pis"!. Mírale, en el doble de tamaño, pero es igual, con su barriguilla y todo. ¡Qué monooooo!
Sobre todo cuando le da por ir regando todos los árboles de nuestra ciudad o hacer fuentes para las hormigas.
¡Qué divertido!.
Él, se lo pasa pipa y yo me paso el día mirando el reloj para calcular el tiempo desde el último riego.
Igual que cuando empecé con la lactancia. Y me viene otro flashforward.
Ahí me tienes con la libretita y apuntando a que hora le había dado el pecho y de que teta le había dado.
Ay!, ahora veo estas cosas desde la lejanía y me doy pena de mi misma. Pobrecita de mí, no tenía ni puñetera idea de nada. Que confundida y agobiada estaba.

Y sigo mirando el reloj. Ya hace 20 minutos desde el último riego y me pongo en alerta para ver si acierto a descubrir algún signo que me indique que Boliche tiene otra vez ganas de hacer pis.

Boliche, ¿quieres hacer pipí?
No, mamá, todavía nooooooo

Y así, seguimos tirando el dado y moviendo ficha de oca en oca cada 10 minutos.

Esta operación pañal, parece una montaña rusa.

El sábado, tuvo dos escapes y unas gotillas que no llegaron a un tercero
El domingo dos escapes.
El lunes, bajamos a uno.
El martes ninguno, ¡bien!

Y ayer le fui a buscar a la escuela esperándome encontrar un modelito distinto al de por la mañana, pero cual fue mi sorpresa cuando me lo encontré con los mismos pantaloncillos con los que salió de casa. ¡Bravo nene!.
Incluso me dijo la seño que el último pis de la tarde lo pidió el solito. Fantástico.

Pero por la tarde, la flecha del cuadro de las estadística cayó en picado y casi nos da en la cabeza.

Nos fuimos a comprar algo de ropa y unos zapatos que necesitaba Boliche para la boda del sábado.

Desde que salimos de casa hasta que subimos a la planta de niños (45 minutos), Boliche hizo pis tres veces. Que ya está bien...
Llegamos a la planta que nos interesaba y me pongo a buscarle una chaqueta que le combine con la camisa y los pantalones que tengo en casa listos para estrenar.
Estoy con la dependienta, mirando las opciones cuando me giro, no sé por qué, y veo a su padre mirando el reloj (otro con neurosis relojil) y a Boliche que viene hacía mí diciendo de carrerilla el discurso que se ha aprendido de memoria, "mamá, etoy mocado", "no pasha nara", "cachiiiiissss"

Miro a la dependienta, miro a mi marido, miro a Boliche, dos metros más atrás veo el charco gigante que ha dejado mi manneken pis particular y de pronto un clic salta en mi cabeza.

Como hemos salido medio corriendo de casa de mi madre, nos hemos dejado toda la ropa de repuesto. Mi mente se llena de "ljksoawiuda aijd ñieoqwfqwhfq" (palabrotas varias). Pero seré gilipollas!!!!!, como se me ha podido olvidar la ropa de recambio!!!
Y otro flashforward me viene a la mente y me veo a mí misma en la consulta del pediatra el día de su primera revisión.
Joder con los flashforwards de las narices. Esto debe ser la falta de sueño.

Como tenemos el centro médico cerca y solo íbamos a la revisión, yo me presenté allí después de intentar no matarme con la nevada que había en la calle y andando como una ancianita porque los puntos de la cesárea no me dejaban estirarme pero eso sí, tan feliz y sin pañales en el bolso y la dulce enfermera en vez de comprender que es el primer día que salgo de casa con el bebé, con ese temporal, y con un empane mental de la leche, decide fulminarme con su mirada de "mala madre" y decirme que si veo normal salir así de casa.
Y yo ahora pienso, "pero Teta, con esa lengua viperina que sacas a pasear alguna que otra vez, como te la has dejado a esa también en casa?".
Pues sí me la dejé en casa, al ladito de la bolsa de pañales.

Y de la misma manera me vi ayer, con el niño meado y sin recambio de ropa. Pero esta vez, la dependiente me miró con cara de "pobre novata".

Ay! Teta, si es que sigues siendo una novata, tiene razón la dependienta. Que ya lo viste cuando acabaste de mierda hasta las orejas en la librería, estas navidades.
Ponte las pilas, querida. Menos reloj, más recambio y espabila bonita.

Menos mal que estábamos en "los grandes almacenes", y pude comprarle otros pantalones.
Si hubiéramos estado en una tienda de decoración, ¿qué hubiera hecho?, ¿taparle con un cuadro?, ¿con un cenicero en plan tapa-rabos?.

No, si encima tuvimos suerte.

Pero la escena fue de película.
Boliche llorando porque se quería quitar la ropa mojada, yo buscando algo que comprarle y que no me costara medio sueldo, su padre que no sabía si ir o venir.
Encuentro un pantalón de algodón y las cajas no funcionan.
La dependienta buscando el chisme de quitar la alarma porque como están en obras nada está en su sitio.
Boliche que se pone a grita, "quiero un pa-ta-lón". Yo preguntando que dónde coño está la dependienta, por el amor de dios, que venga ya, que ya si eso le quito yo la maldita alarma de un mordisco.
Y mientras, la mitad de la plantilla cara para nosotros como si estuvieran viendo la serie del domingo por la noche. Solo faltaba el regidor para decirles cuando tenían que aplaudir.

Boliche empeñado en pasearse en pelotas por toda la planta, y el maldito pantalón que no aparece. Vale, que no cunda le pánico.
Su padre saca una camiseta de la mochila (y para que coño sirve una camiseta en plena operación pañal), y yo me pongo a pensar de que manera puedo improvisarle un pantalón con ella. Si se la pongo del revés y le meto las piernas por las mangas..."ya está aquí el pantalón chicooossss!!!"
Uf!, menos mal.

Le pongo el pantalón, pago todo y nos vamos de allí como alma que lleva el diablo.
Corred chicos, vámonos de aquí antes de que empiecen a llamar al de mantenimiento a gritos por megafonía y éste venga, vea el percal y nos quiera atizar con el mocho. Corred!


Después de todo, llegamos a casa. Por fin.
Pero el manneken pis, todavía tenía ganas de marcha y como 2 horas después se volvió a hacer pis encima. Eso sí que es estrenar un pantalón como dios manda.
En parte la culpa fue mía, porque me puse a darle de cenar y hacer otras mil cosas y se me pasó mirar el reloj, again. Ya llevaba más de una hora y él no sé dio cuenta de pedírmelo.

Así que más de lo mismo. "No pasha nara, cachiiissss"

Pues claro que no pasa nada cariño. Esto de la operación ACLEDJL, es así.
Anda, vamos a buscar el lagarto para sacarle a pasear un rato.



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