"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

martes, 13 de julio de 2010

Visitas, gracias, pero no.


Dentro de unos días dará a luz una amiga mía. Bueno todavía no sabe si dará a luz de forma natural o será cesárea programada porque el niño viene de nalgas.

Este fin de semana he estado hablando con ella de todos esos temas que giran entorno a a los partos, osea, anestesias, tetas, enemas, puntos, visitas de familiares y/o amigos, etc.
A raíz de la operación de una amiga de mi suegra, el tema de las visitas de familiares y/o amigos al hospital, volvió a salir a relucir.

Después de lo mal que lo pasé durante esas 8 horas que no me dejaron ver a boliche, el peor recuerdo que tengo del parto fue ese. Las visitas de familiares y/o amigos. En realidad para ser más exactos la visitas y las llamadas.
Fue horrible.
A lo mejor tampoco vinieron muchos al hospital, quizá 17 o 18 personas pero lo del teléfono fue criminal. Y lo peor de todo no es que llamaran, es que a mi esposísimo le parecía mal que no contestara. ¡Pero si es que no paró ni un minuto de sonar!, si no era el mío era el de él, sino el de mi madre, sino el de mi suegra.
Yo agradezco que la gente se interese por saber como ha ido todo y que te felicite pero es que fue demasiado.
Teniendo en cuenta que cada vez que hablaba con alguien me tenían 5 o 10 minutos al teléfono pues haceros una idea. Hasta que me planté y le dije mira di que estoy comiendo, que estoy durmiendo o que estoy cagando!, me da igual pero por favor no me pases a nadie más.
Mi esposísimo me miraba con cara de reproche y llegué a sentirme una desagradecida y una borde pero de verdad que no podía más.

Claro, debe ser muy fácil exigir algo así, cuando no eres tú el que ha parido, cuando tú si puedes andar e irte a tu casa a darte una ducha y dormir 4 o 5 horas seguidas sin que te molesten apretándote la herida, poniéndote el termómetro o simplemente preguntándote si has cagado (que manía con el cagar) cada 2x3, cuando no estás agobiado porque no te sube la leche, cuando no te tiran los puntos de la cesárea, cuando las hormonas te dejan pensar con claridad y puedes estar sin llorar más de una hora seguida, cuando, cuando, cuando…

Pero yo, después de 12 horas dilatando sin anestesia, pese a los 5 o 6 pinchazos de la anestesista, después de que me abrieran la panza como al lobo del cuento, después de estar 8 horas sin ver a mi hijo y teniendo en cuenta que los días pasaban y yo no pegaba ojo entre unas cosas y otras, lo que menos quería era hablar y/o ver a nadie.

La familia más cercana no te molesta en exceso porque como son de confianza pues les puedes mandar a la porra y decir que quieres dormir, pero, ¿y a los demás?.

Recuerdo en especial, cuando llevaba 3 días ingresada y estaba que me caía de sueño. No me tenía en pie y además estaba desorientada, ya no sabía ni que día era. Después de comer, se quedó mi hermana conmigo para ocuparse del niño un rato y que yo pudiera dar una cabezada.
Cogí los tapones de los oídos, porque sino era imposible cerrar ni medio ojo, y cuando me estaba quedando frita, de repente entran unos tíos de mi marido en la habitación…, mi cara debió ser un poema. Estuve a punto de ponerme a llorar y suplicarles de rodillas que se fueran. Pero, ¿qué hice?, pues sonreír como pude y joderme y aguantarme.

Yo, personalmente, siempre he intentado, salvo casos de máxima obligación, no ir al hospital en esas circunstancias. De hecho, ni siquiera llamo al paciente.
Si es por enfermedad, durante la hospitalización llamo a algún familiar y si es por nacimiento de un bebé, ni eso. Le mando un SMS a la madre de este tipo:

Felicidades!, m alegro muxo. Dntro d unos dias t llamo q ya sts + trankila. Si necesits algo llamam. Bsos.

Y se acabó. Luego cuando pasan 6 o 7 días hago el primer intento, si hay suerte bien y sino me espero un par de días o tres y lo vuelvo a intentar.

Nunca he entiendo esa necesidad imperiosa que sienten algunos por llamar e intentar hablar contigo cuando casi están todavía terminando de coserte en el paritorio, pero si lo que he tenido es un niño, no un yogurt que se caduque fuera de la nevera en un par de horas, ¡por dios!.

…Muy bien Sra. Teta, ahora que ya le hemos sacado al niño, vamos a continuar con la extracción de la placenta y una vez limpia procederemos a suturar, pero antes…, un momento…, le paso el teléfono, es su tío Genaro y su tía Clotilde, que quieren saber que tal va..., si un momento ahora mismo le paso con ella..., si, si, gracias, recuerdos a sus padres también…

Pero el caso es que, curiosamente, también he conocido mujeres (las menos),que después de parir están frescas como lechugas y pueden tirarse el día entero colgadas del teléfono contando una y otra vez, sin escatimar en detalles, como ha transcurrido todo el parto.
Imagino que eso también podrá ser posible porque el recién nacido es un bendito y no da nada de guerra, porque sino no lo veo factible.
Aun así, un parto es un parto lo mires por donde lo mires y algo cansada tienes que estar, además de que lo que te apetecerá será estar con tu bebé y no contando todo el día lo mismo a gente que estás “jartita” de ver todos los días, por mucha ilusión que te haga gritar a los cuatro vientos lo feliz que eres, que es totalmente cierto, pero que te puedes esperar a contarlo cuando estés algo más recuperada, ¿no?.

O tal vez la rara soy yo. Será que me estoy volviendo una anti-social como dice mi esposísimo porque prefiero irme a dormir y descansar que salir por la noche de farra con mis amigas…, “QUE BONITOS SE VEN LOS TOROS DESDE LA BARRERA”. Eso es comprensión y lo demás son tonterías.

Pero como suelen decir, la experiencia es un grado, así que para el próximo, si es que hay próximo, me voy a hacer con un cartelito como el de la foto y por si alguno no se da por aludido le voy a encargar a mi hermano, que es el de los inventos raros, que me haga algún circuito de corrientes eléctricas por control remoto que pueda activar desde la cama y así cuando vea que viene alguien que no me interesa, zas!, calambrazo

Lo sé, soy malvada.