"...El placer ha sido mio..."

...El placer ha sido mío...

SACRIFICIO
(RAE): Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

No, señores y señoras, dar el pecho no debe ser un sacrificio. Debe ser un PLACER.

viernes, 18 de junio de 2010

Revisión con "R" de Record

El martes de esta semana le hemos pasado la ITV al boliche. Tocaba la revisión de los 18 meses. Revisión y banderillas.
Que ganas de que llegara el día, aunque sólo sea porque hasta los 4 años ya no tienen que pincharle más, al menos en lo que a las vacunas se refiere.

Es que es un sufrimiento…, imagino que como para todos los padres. Pero bueno vamos por partes y por orden que sino me lío.

Primero pasamos a ver a nuestra pediatra. Una tía maja. Fue llegar y pasar, que maravilla, ya podía ser así siempre.
El boliche cuando la vio ya empezó a ponerse rígido, a sacar las garras y clavármelas en la espalda y a decir: no, no, no. Angelito! Y todavía no le había ni tocado.
Como no había forma de sentarle en la báscula para pesarle, me tuve que subir yo a la de adultos y pesarme con él y luego yo sola. Me niego a decir el resultado de mi peso, además con toda intención me pesé con la mochila puesta para que nadie pudiera echarme en cara nada, jajajaja, que lista soy!.


Después de pesar al boliche, le auscultó el pecho, le miró los oídos, los ojos, la columna y no se que más porque el boliche parecía una lagartija y no había manera de que parara quieto ni dejara de pegar berridos.

Le miró lo de la fimosis y dijo que iba bien y que mejor no se lo hiciéramos en casa. Como mucho que le echáramos la piel un poquito para atrás durante el baño pero sin pasarnos, a ver si la íbamos a liar.

También le miró el “tercer huevo”, y nos dijo que parecía que había disminuido de tamaño y que esperaríamos a la revisión de los 2 años para ver que hacíamos, si hay que operar o no.
Aunque ahora que lo pienso, creo que nunca os he hablado del “tercer huevo” de boliche. Bueno eso ya os lo contaré otro día. Lo importante es que de momento el tema está controlado.

Conclusión de la visita pediátrica: el boliche está como un toro. Pesa 12,200 Kg, creo que está en la media.

Antes de irnos le expongo nuestra batalla con la comida sólida. Dice que no me preocupe, que mejor que siga con los purés el mayor tiempo posible, que estará mejor alimentado porque comerá de todo y que ya tendrá tiempo de comerse un bocadillo. Que cada niño tiene su ritmo.
A todo esto, el boliche, está adosado a mí como una lapa, no quiere ni irse con su padre y no hace más que decir: ya-tá, ya-tá.

Salimos nuevamente a la sala de espera a, como bien indica su nombre, esperar que nos volvieran a llamar para pasar esta vez a ver a la enfermera.

Después de esperar 10 o 15 minutos, nos hace pasar la enfermera. El boliche cuando la vio ya empezó a ponerse otra vez en estado de alerta.
Después de hacernos 40 preguntas, que aquello parecía Saber & Ganar, sobre como dormía, como hablaba, como subía escaleras, como cagaba (perdón) y todas esas cosas, me pregunta si come sólidos. Le digo, que sólo come pan, galletas y manzana. Evité decirle que también comía bien las patatas fritas, los gusanitos y los triskis, para que no me echara la charla. Sobre todo después de advertirnos que no le demos chucherías, sobre todo caramelos y esas cosas. Así que sssshhhhhh.
Entonces es cuando nos dice que el niño tiene que comer sólidos, osea tortilla, jamón, legumbres, verdura. Y la tía se pone con cara seria y con gesto un poco recriminatorio. Le explico que no quiere probar nada, que nosotros le ofrecemos pero no lo quiere. Y nos dice, pues tiene que comer!.
Que jodía!, como si fuera tan fácil. A ver si cree que no lo intentamos. Le digo que lo acabo de hablar con la pediatra y me ha dicho que no me preocupe.
Entonces se calla y nos pone cara de “la pediatra que diga lo que quiera pero el niño tiene que comer sólido”. Y ahí se quedó la cosa. En tablas.

Volvemos a lo de siempre. Con los niños nunca se ponen de acuerdo.

Después del cuestionario, le midió la estatura y el P.C.

Altura: 84 cms.
P.C: 49 cms.

Nos dijo que estaba estupendo y muy alto. Pues mira que bien. Buenas noticias.
Luego pasó a preparar el “cóctel Margarita” para enchufárselo al boliche sin miramiento alguno. Así que entre su padre y yo le agarramos brazos y piernas mientras la enfermera de puntillas le dedicaba las banderillas al tendido.
Pobrecito mi bebé, yo no quería ni mirar. Madre mía, que disgusto cogió. Que pena que no valga que me las pongan a mí. De buen gusto lo habría hecho con tal de no hacerle pasar a él por ello.
Normal que cuando vea la puerta de la consulta ya empiece a temblar, pobrecito. Y cuando ve un pantalón blanco con una camisa blanca se acojona igual.

Así nos pasó, que al día siguiente fuimos a ver a la señora que yo visitaba cuando era voluntaria antes de nacer el boliche y cuando vio a la asistenta que tiene en casa que llevaba el mismo uniforme que la pediatra y enfermera pues se puso como loco y no quería entrar en casa. Luego se fue tranquilizando pero cada vez que la veía, venía corriendo a mí a esconderse. Que trauma!

Bueno después de todo, las vacunas no le han dado fiebre. Ha tenido los muslillos un poco rojos y duritos pero nada más.

Resultado de la revisión completa: ÓPTIMO

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Hoy hemos conseguido batir otro record personal.
El boliche cumple hoy 18 meses, 1 añito y medio de amor que nos ha regalado. Que felicidad! Y claro, también 18 meses de feliz lactancia. Esto supera con creces mis expectativas. Así que me felicito a mi misma, aunque quede un poco mal decirlo, por haber sido tan tenaz, terca y obstinada con el tema de la teta. Ha merecido la pena, por supuesto. De eso estoy segura.

Y por descontado, FELICIDADES BOLICHE!!! , te quiero como de aquí al infinito y volver.



P.D: Feliz finde a todas/os.
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